viernes, 4 de julio de 2014

Cuando odias al jefe...



   Hace unos meses pedí traslado a otra institución, ya que además de ser escritora soy docente, al llegar me encontré con un ambiente totalmente diferente, mi anterior jefe era una persona respetuosa, un señor muy amable, y sobre todo muy humano.  En mi nuevo lugar de trabajo me encontré con todo lo contrario, y ya no sería una jefe, sino que habían al rededor de 5 personas que serían de una u otra manera mis jefes.  La directora es alguien prepotente, desde un comienzo me trató muy mal, aunque me habían dado el traslado, ella me dijo: "Busca otro lugar  donde irte porque acá no te quiero" y todo porque un dí tuve un emergencia (mi abuela sufrió un infarto y me ausenté dos días debido a la gravedad), a la final ella creía ser la dueña y señora de la institución, y aún lo cree, ella piensa que es ella quien nos paga y no el Ministerio de Educación.  Luego con el tiempo supe que la directora tiene trabajando allí a varios de sus familiares y creo que por eso ella siente ese poder.  En fin, ese sentimiento de "Yo tengo el poder" muchas veces hace sentir a esos jefes que pueden humillar  los demás, y si le dan cargos a un docente de coordinador se sienten con una altivez, lo veo diariamente, mis colegas siempre se quejan que les levantan la voz, que mandan y mandan y hacen poco, el hecho es que eso va afectando el rendimiento en los trabajadores, al punto de no querer ir a trabajar, de poner excusas (como hacen muchos de mis colegas) y el colmo hacer el trabajo de mala gana, me di cuenta de eso con una colega que hace exámenes  los estudiantes y no los corrige, y le pregunté: "¿Y cómo haces entonces?" a lo que ella me respondió: "Yo no me voy  dar mala vida acá, y menos cuando aquí no se aprecia el trabajo y esfuerzo que hagas".  

   Entonces creo que una cosa es odiar a tu jefe y otra muy diferente ser un mediocre en tu profesión, creo que debemos separar las cosas, sin embargo es indiscutible que las malas relaciones entre jefes y trabajadores daña considerablemente el rendimiento de los trabajadores.

  A mi jefa le dije hace dos meses atrás; "No soy feliz en mi trabajo, realmente me gustaría irme de acá", ella se sorprendió de mi sinceridad y me dijo que le gustaría que me quedar, bueno por hora estoy allí pero a mi mente da vueltas la idea de irme pronto de ese trabajo.

                     Azucena.

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