viernes, 28 de septiembre de 2012

Una amistad genuina da más allá de lo que puede.


   "Podemos dar sin amar, pero jamás podremos amar sin dar" (Autor desconocido)

   Siempre fui de las personas detallistas, y también preocupadas en poder ayudar a mis amistades, sin embargo llegué a un punto en el que noté que varias de esas amistades no eran recíprocas en el área de dar, eran tan egoístas que dar algo que les costara dinero o esfuerzo era prácticamente imposible.

   Luego de depurarme de algunas amistades tóxicas en mi vida, Dios permitió que gente nueva llegara a mi vida, y en este caso como ya estaba aprendiendo sobre la verdadera amistad pude encontrar buenas personas.  Ya las conocía de hace tiempo atrás pero no había entablado amistad con estas dos personas de las que les quiero hablar hoy.  Una de ellas es mayor que yo, una mujer piadosa, con tres hijos adultos ya, y de carácter recio, muy entregada a la obra cristiana por cierto, esposa de un pastor, humilde, sencilla y algo que me agradó de ella es que dice las cosas en la cara tal y como son y si te gustan bien y si no te gustan es problema tuyo actuar con madurez.  

   La otra es contemporánea conmigo, tiene varios años casada pero aún no ha podido tener bebés, pese a esto siempre se le ve con gozo en su corazón y siempre pone a Dios por delante que ella tendrá un bebé cuando así Dios lo disponga, es una motivadora innata, cariñosa, risueña y también tiene su carácter firme.

Estas mujeres son muy serviciales, y en estos meses que me vi muy mal conté con el apoyo de ellas, fue a casa a llevarme comida, me ayudaron con una reunión que yo sola estaba planificando, me llamaban por teléfono para preguntarme qué necesitaba al no poderme levantar, la más joven me dijo: "Si tienes alguna urgencia tengo unos ahorros en el banco y puedes contar con ellos", yo no podía creer que personas así existieran, había estado rodeada de personas taaaaaaan egoístas que jamás me imaginé que alguien podría preocuparse tanto por mí.

   Recientemente estando en cama vino la que es mayor pues la otra había tenido una ruptura de su cañería en su casa y no pudo venir, pero ambas han estado allí como ángeles del cielo, he sentido una amistad genuina por parte de las dos.

   ¿Mis amigos de antes?, una, la que se fue a Europa, como les dije en otras entradas anteriores, dejó de tratarme, el otro se alejó una vez que me vio feliz y enrumbándome hacia una vida independiente, dos amigos que si miro bien en el pasado, no habrían hecho ni la cuarta parte de lo que estas dos nuevas amigas han hecho por mí, y con todo y eso llegué a llamarles "Mis mejores amigos", ¡qué tonto es uno! ¿verdad?.

   A lo que me refiero es que entenderás el verdadero snetido de la amistad cuando exista el DAR, SIN ESPERAR NADA A CAMBIO, sólo el hecho de fundamentar una buena amistad y apoyarse mutuamente, yo me siento agradecida y aún más comprometida a ser una excelente amiga para estas dos personas que han demostrado su calidad y sencillez de sus corazones. 

   Agradezco a Dios que alejó de mí a la gente que no eran verdaderamente mis amigos.  Por eso es que escribo en este blog, para animar a otros a cultivar amistades que realmente valgan la pena, o a abrirte los ojos, quizás tú no has sido una buena amiga (o) y quieres recibir de los demás sin primero dar, y lo que das son migajas o cosas que no te ocasionan ni el menor esfuerzo, de la misma manera que tú des otros te darán, quizás sea tiempo de meditar en eso y examinarte a ti misma (o).

Azucena.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Confrontar a las amigas.



   A veces pareciera que antes que nos apuñalen por la espalda, Dios nos manda señales sobre dejar la amistad con esa persona, pero por algún motivo le perdonamos, y esto no está mal, debemos perdonar, lo malo es que no ponemos límites y la persona vuelve a cometer una falta peor de la que había cometido en contra nuestra.

   He escuchado cosas como "Es que yo ya le he pasado por alto muchas cosas a esta persona", "Es que debí imaginarlo porque esta persona una vez me hizo esto o aquéllo".  Entonces analizando me doy cuenta que las cosas no pasan de inmediato, hay un caldo de "cultivo" previo, antes que una amistad te falte el respeto, o te haga algo que te lastime, ya antes había pasado algo entre ustedes que había causado cierta incomodidad, y el hecho de pasarlo por alto y no hablarlo bien deja secuelas para después.

  Me pasaba con la diske mejor amiga que tenía, ella si me decía lo que le molestaba de mí, pero yo siempre le pasaba por alto sus ofensas o las cosas que me disgustaba de ella, a veces ni le decía, hasta que un día le dije cuán disgustada estaba por algo que me había hecho y ella se hizo la víctima, al punto de borrarme de su facebook, cuando ella bien sabe que yo estaba en mi derecho de reclamarle por lo mal que ella me había hecho sentir, bien sea que ella no haya tenido la intención de herirme, y a la final botó años de larga amistad por yo haberle dicho las cosas en su cara.  

   Como esa tuve otra historia donde una compañera de trabajo se creyó con la autoridad de tomar decisiones sobre mis asuntos en mi ausencia sólo por ser mi amiga, lo cual fue muy delicado porque yo no me meto en su trabajo y como le reclamé por el abuso pues me mandó a comer excremento prácticamente.

   Hagamos también caso a esas pequeñas señales que veamos en las personas, señales que nos muestren que no es sabio andar con gente necia o que sobre pase los límites de nuestra confianza.

   A lo que me refiero es que si pudieramos confrontar a la gente en el momento sería mejor, nos daríamos cuenta quién es quién y fijaríamos nuestros límites.  Espero que ustedes puedan aprender esta lección sin tener que sentirse defraudados como yo me llegué a sentir con estas supuestas dos amigas.


Azucena.

viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Amistades que animan o desaniman?


   "Hay tantas heridas que nos infligen las circunstancias y el mundo; necesitamos el refuerzo constante del ánimo". 
Billy Graham.

   Hay esa típica gente que sin percatarte te desmotivan, una de las cosas que hice para ver qué tipo de amistades tenía fue imaginarme dos proyectos, uno de construcción y otro de demolición, he hice una lista, tenía gente en la de construcción pero pocas, por desgracia las personas que yo llamaba "mejores amigos" estaban en la lista de demolición, eran personas muy negativas y eso tuvo que ver mucho con mis cambios de humor, mi diske mejor amiga era la primera en encabezar la lista, hubo una vez en la que le dije "Oye me gustaría escribir un libro, me gustaría que fuera sobre vivencias inspiradoras y creo que tú y yo hemos pasado por situaciones que podrían ayudar a otros", su respuesta no tardó en dejarse escuchar, dijo que era un trabajo muy complicado hacer un libro, y su cara fue de desaprobación, sin embargo, no me dejé desanimar y comencé a escribir el libro, ella una vez que estaba fuera del país me escribió: "Estuve pensando en tu idea de la otra vez, y este es nuestro momento, hagamos el libro", yo me molesté porque dije dentro de mí misma: "Ahora que estoy terminando el libro y que conseguí una editorial interesada si vas a querer trabajar a mi lado para llevarte algún mérito??!!" le dije de inmediato que ya no, que lo estaba terminando y que lo había ofrecido, creo que eso fue una de las cosas que le habrá molestado, pero me gustó restregarle en su cara que yo no me había detenido ante sus palabras de desaliento.

   Así encontramos gente en la vida, la verdad es que la mayoría de la gente es más rápida en criticar que en animar.  Este tipo de gente afectan nuestras vidas de forma muy negativa, de una vez nos dicen NO a los planes o cosas que tengamos en mente sencillamente porque no están acostumbrados a esforzarse, si te percatas bien son gente que no han alcanzado algo realmente importante en sus vidas por tener la pesada carga del NO PUEDO, son de esas personas que andan imitando a otros, o tratan de parecerse a los demás pero que no luchan por lo que quieren.  Huye de gente así.  Afortunadamente esta "amiga" dejó de hablarme, y si les soy sincera no necesitaba de alguien que cada vez que me desahogaba con ella tuviera palabras tan desmotivadoras para conmigo. 

    La próxima vez que alguien te desmotive ten cuidado, podrías estar abandonando un sueño bonito por el pesimismo de alguien que en el fondo te envidia, además recuerda que de los fracazos también se aprende, y si la idea no funciona al menos lo intentaste y no sucumbiste por la opinión de un tercero.

Azucena.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

A veces nosotros tenemos la culpa de las malas amistades



   A veces nosotros mismos tenemos la culpa de las malas amistades que elegimos, nos dejamos llevar de buenas a primeras y de pronto nos vemos confiándoles nuestras cosas o problemas a cualquiera que nos muestra algo de simpatía y comprensión, no digo que tengamos que ser cerrados pero si fueramos un poco más selectivos no nos pasarían tantos chascos con las personas.

   La otra vez estaba esperando en un consultorio para hacerme unos exámenes médicos de rutina, y allí estaba una señora colombiana por cierto, parecía muy simpática, y por lo regular las personas colombianas que había conocido eran coordiales y amables, así que empecé una conversación con esta señora mientras esperaba a ser atendida y ella también, comenzó contándome que estaba en el consultorio de psiquiatría porque tenía muchos problemas con su esposo y había perdido a su madre, me sentí muy triste al escuchar su penosa historia de cómo había llegado a mi país, y pues por lo que me contaba no tenía amistades, entonces seguí charlando con ella y me pareció una persona muy buena e intercambiamos teléfonos pues me dije "Pobre mujer, necesita una amiga, se debe sentir sola y más con tantos problemas".  

   Y allí empieza mi problema en particular, antes sentía aquella sensación de querer ayudar a otros, sobre todo a la gente que tenía depresión porque de una u otra manera me sentía identificada y pensaba "Bueno su problema es más grande que el mío, pobre persona, necesita una amiga" y era así como terminaba rodeada de gente enferma, depresiva o altamente perjudicial por tener problemas en su psiquis y en vez de yo sentirme bien ayudando terminaba peor.

  Esta mujer que conocí resultó ser una grosera, yo había cambiado de teléfono y una de mis amigas se quedó con mi anterior línea, entonces cuando esta mujer le escribió un mensaje de texto mi amiga le explicó que yo ya no tenía ese número, la mujer actuó muy grosera con palabras como: "Si no me quieres volver a hablar deberías decirme y no hacerte pasar por otra persona", "¡Se supone que eres una muchacha cristiana, no deberías fingir que eres otra persona, eres una mosquita muerta, una víbora, te la das de una cosa y eres una "#$%&//()=!", mi amiga me comentó todo esto, y yo quedé atónita, no podía creer la reacción de esta mujer, y más cuando mi amiga le había dado mi número de casa para que ella se percatase que mejor se calmara y hablaba directamente conmigo, lo asombroso era que ella insistía que mi amiga era yo, y a la final siguió insultando a mi amiga. Probablemente esta mujer sentía rechazo por parte de su esposo, de su familia y pensaba que toda la demás gente también la rechazaba o evadía, y puede ser que por eso reaccionó así, pero no la justifico para asumir una actitud tan negativa y enferma.

   Pude haberla llamado, pero luego de ver su actitud con mi amiga y esas reacciones LOCAS, me dije "Quién te manda a estar dando tu teléfono a una tipa por lastima, quién te manda a pensar que puedes conseguir una amistad con una mujer que tiene problemas psicológicos que ni tú misma sabes!?" me reprochaba a mí misma eso, y fue cuando caí en cuenta que muchas de las amistades que llegué a llamar "Mis mejores amigos" no eran más que personas enfermas, pues yo fui una persona muy depresiva en un tiempo y al verme reflejada en ellos quería ayudarles pensando que me ayudaba a mí misma, inconsientemente a veces nos rodeamos de gente que nos hace daño o que son amistades tóxicas porque algo en nosotros no anda bien.

   Hoy día ya no sigo siendo amiga de esas personas, a algunas las dejé de tratar alejándome poco a poco, una de ellas me dejó de tratar al confrontarla con sus actitudes, otra una vez que discutí con ella por se falta de respeto y meterse en mis asuntos, en fin, fui poniendo límites a la gente y no me arrepiento, quizás no estoy llenas de muchas amistades pero ahora las pocas que tengo son sanas y con límites sanos, de tal manera que por eso decidí escribir sobre la amistad en este blog, para que si otros les va mal con la amistad puedan abrir sus ojos y percatarse a tiempo de lo que está mal.

Azucena.

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