Amistades Tóxicas:
Amigos que no escuchan.
“No hables a oídos del necio, porque
menospreciara la prudencia de tus razones” PROVERBIOS 23: 9.
Hace tiempo había hecho una amistad con una
compañera de trabajo, en el fondo era una persona muy genial, simpática, servicial,
pero tenía un gran defecto, ES UNA NECIA.
Al principio la aconsejaba, empezó a tener problemas en su matrimonio, y
nunca me hizo caso de buscar ayuda profesional para salvar su matrimonio,
culpaba mucho a su esposo, pero no veía que ella en parte lo alejaba más y más
con discusiones absurdas y sin gran importancia, esto lo fue llevando a no
querer llegar a su casa para no escucharla, por otra parte cuando su esposo
tenía un buen empleo ella no fue sabia administradora en sus finanzas, como vivían
con los padres de ella, ella jamás se preocupó por tener un techo propio y
menos por comprar sus propios muebles (cocina, nevera, televisor, etc) sino que
como la casa de sus padres tenía todo pues con eso era que contaban, ¿qué
pasaba con el dinero? Ella se lo gastaba con él en fiestas, salidas, pero nunca
ahorrando o comprando sus propias cosas del hogar. Esta mujer no fue prudente, ni escuchó
consejos, cuando su esposo fue echado de su empleo, las cosas se pusieron muy
mal y uno de los primeros reproches de él fue “En todo este tiempo qué hicimos
con el dinero que me pagaban, no tenemos absolutamente nada, ni ahorros, nada”
eso lo hizo caer en una gran depresión y su esposa en vez de ayudarlo peleaba
todos los días con él…finalmente terminó en brazos de otra, cosa que no
justifico, pero al conocer bien a mi “amiga” me di cuenta que nadie le gustaría
estar con una persona tan conflictiva.
El cuento es más largo pero para resumirlo
tengo que decirles que decidí no perder más mi tiempo aconsejando a alguien que
no escucha, sólo busca a alguien para descargar sus quejas, ella no entiende de
razones, innumerables veces le dije: “Debes ir a terapia, a un psicólogo, la
depresión te tiene mal, hoy estás bien mañana explotas”, pero como la gente se
cree Superman y cuando le nombras la palabra “Psicólogo” te responden: “Yo no
estoy loco”, pues hay que dejarlos estrellarse, no hay peor cosa que insistir
con una persona NECIA. No pierdan su
tiempo en esas amistades que uno les dice constantemente las cosas una y otra
vez y regresan llorando a tu hombro y uno dice: “Pero si ya te dije lo que
debías hacer” pero no lo hacen, porque caen una y otra vez en un círculo
vicioso, yo no soy psicóloga, así que desde ese entonces no dejo que nadie
venga a drenar sus “vicios emocionales” en mí, la gente debe buscar ayuda
profesional o tú terminarás exhausto escuchando el mismo problema una y otra
vez.
Azucena.