Amigos tóxicos: Amigos
chismosos
“El que anda en chismes
descubre el secreto,; mas el espíritu fiel lo guarda todo”. PROVERBIOS 11: 13.
Aprendí esta lección estando adolescente,
cerca de casa había una vecina que me cuidaba de niña, mucha gente la quería,
pero tenía un gran defecto: era una total chismosa. Como podía entrar a las casas de los demás y
era una persona muy amable y adorable se ganaba rápidamente la confianza de las
familias de donde yo vivía, ella cuidaba niños en el vecindario, así que todos
la querían por eso. Un día llegó a casa
como de costumbre, ella siempre se la pasaba de casa en casa visitando y
pasando un rato con cada familia, ya que ella no había tenido hijos y era una
señora sin esposo, todos la recibían en sus casas, les repito, ella era una
persona que tocaba a tu puerta y traía algo de comer, una torta, unos granos, y
hacía una visita, pero había algo malo en ella, sus temas de conversación eran
sobre las demás familias que había visitado, a mí no me gustaba eso, porque yo
le decía a mi madre “Mamá si ella habla de las otras familias, también debe
estar hablando de la nuestra, no le cuentes nada nuestro, no le digas nada”, mi
madre no me hacía caso, ya que la señora siempre le decía a mi madre: “Yo te
cuento a ti porque tú eres de mi confianza, y sé que no se lo contarás a nadie…”
y así contaba los secretos de las demás familias, yo sabía por ejemplo que una
niña en el vecindario era adoptada, cosa que le había confiado esa familia a
esta señora y ella no guardó el secreto, sabíamos que padre era infiel a su
esposa en el vecindario, sabíamos sobre una vecina que tenía sida y la familia
lo había ocultado diciendo que había muerto de otra cosa, me parecía tan
injusto que esta mujer revelara cosas tan dolorosas y personales de otras
familias, siempre le reclamaba a mi madre que no escuchara a esta mujer, que no
la dejara pasar a casa, pero mi madre no hacía caso.
Un día, mi madre tuvo que experimentar lo
que tanto le venía advirtiendo, esta señora había contado cosas que mi madre
había hablado con esta mujer, lo había contado todo a los peores vecinos
nuestros, y un día cuando mi madre estaba reclamándole al vecino que le bajara
volumen a su equipo de sonido pues no podíamos dormir, este señor le gritó a mi
madre todas las cosas que sólo mamá le había contado a esa mujer de las que les
hablo, mi madre se sintió muy triste al ver que su “supuesta amiga” había
comentado todo lo que ella le había confiado.
Desde aquel momento mi madre no la dejó
pasar más a casa, cuando tocaba la puerta fingíamos que no estábamos y nos quedábamos
en silencio para que ella se fuera, un día mi madre la confrontó y le dijo lo
mal que había sido que le hubiese dicho a los vecinos lo que con tanta
confianza le había dicho y ella fue tan descarada que dijo “Yo no he dicho nada”
a lo que mi madre respondió, “Si fuiste tú, porque sólo había confiado esto a
una sola persona, a ti, y me defraudaste” desde esa vez no pisó más mi casa y
afortunadamente años después la mujer se fue del vecindario sin seguir llevando
chismes de una casa a otra.
Si alguien te habla sobre la vida de otra
persona esto indica que también hablará sobre la tuya con alguien más, así que
ten cuidado con este tipo de gente que revela las cosas privadas de otros. En
lo particular terminamos aborreciendo las visitas de esta señora por ser
chismosa y no la seguimos considerando una amiga en casa.
“Detén tu pie de la
casa de tu vecino, no sea que hastiado de ti te aborrezca” PROVERBIOS 25: 17.
Azucena.
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